lunes, 28 de enero de 2008
En el limbo estelar
"Porque mientras ame a un Dios únicamente porque no me quiero a mí, seré un dado marcado y el juego de mi vida mayor no podrá realizarse. Mientras yo invente a Dios, Él no existirá."
Clarice Linspector, "Felicidad Clandestina"
"Contempla la obra de Dios. ¿Quién podrá enderezar lo que él torció?. No sólo que podamos alterar a la madre naturaleza, creo que ella lo quiere así."
Gattaca
Perdemos la memoria, y soñando que soñamos, nos perdemos la mayor emoción del niño: despertar. Sólo estamos jugando distraídos en el limbo estelar de esa razón última...
Es el juego salvaje de vivir. Y la entelequia, el trabajo y el fin, el amor. Pero alguien mezla las cartas del solitario, y no sabemos cómo saldrán... Algunos tienen la "suerte" de trascender, y otros se quedan en las puertas del devenir, la realidad.
Uno no puede ser imparcial con lo que ama, con lo que es. Al menos, somos demasiado débiles.. Por eso hicimos una apuesta fuerte por lo esencial. Por eso no nos conformamos con ser tristes jugadores de póquer que no arriesgan nada.. Pusimos en tela de juicio nuestra alma, incluso la vendimos al agnosticismo una noche de resaca, por la ciudad... Y resultamos perdedores, perdedora la lógica y vencedora la Utopía. Todavía le doy vueltas a cómo encontramos la solución al caos sin salir del desorden.. La solución era volver al instante en el que perdimos la fe. Nuestra historia sólo provenía de ese mismo punto brillante, mientras vagábamos en esa aureola de luz, riéndonos, tan extraños entre nosotros mismos..
"Para ser alguien que nunca estuvo hecho a la medida de este mundo, debo confesar que me está resultando difícil abandonarlo. Claro que dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella. Quizá no me esté marchando, quizá esté yendo a casa."
sábado, 19 de enero de 2008
Imagine
En un lugar donde se vende, se trafica con el amor, se drogan con una copia falsa, maricas, mendigos, hippies, pervertidos, yonquis y artistas progres deprimidos rezumando decadencia.
De esa forma, comienza a afilarse la mirada, la mirada infantil, aserrada por la violenta realidad. Por esa realidad prostituida. Una madrugada, gritos de mujer tras el tabique de su dormitorio, gritos de auxilio le harán atar los cabos por primera vez. El terror la paraliza: se tapa los oídos. Aún así sigue escuchando las voces de socorro y sus padres que se levantan para llamar a la policía. Los vecinos salen a intentar auxiliarla. Pero dentro - ella sabe - un hijo de perra le busca la muerte. Esta vez han llegado a tiempo. Pero volverán a deja que ocurra la tragedia. Para ella, esa noche fue la primera vez que le extirparon su inocencia. Y la primera que odió a conciencia, que tuvo rabia e impotencia en su ser.
Estuvo mucho rato en silencio, con los ojos revéntandole de lágrimas: soledad, miedo, injusticia, palabras que entraban en su raciocinio débil de niña-mujer. La opacidad de la pared con la que se estampaba la hizo madurar de repente. Precozmente. Empezó a creer en el castigo. En la pena máxima para quienes torturan inocentes y violan labios vírgenes. Para quienes secuestran ángeles y deforman rostros con ácido por capricho, por puta cobardía.
Después, todo fue distinto. El prisma por el que se filtra la luz de la verdad te hace ver las cosas de una manera menos caótica. Empiezas a cantar entre dientes, para olvidar lo que estás pensando. Empiezas a planear tus sueños anticipadamente, para evitar las pesadillas. Y empiezas a imaginar que no existe el Cielo... sin el infierno debajo nuestro. A imaginar que los demonios no llevan disfraz de persona. Que tú puedes hacerme creer que somos iguales. Que no hay misterios entre nosotros. Y que no es peligroso afirmar que existe el amor. Que la esperanza no es un campo minado para el niño. Imagina que no existen las frases, ni las palabras. Que sólo pudiéramos expresarnos con una sonrisa. Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Aún me emocionan estas mismas letras. Y no me cansa dormirme con el último pensamiento que extraje al día. Pensar qué estás pensando, cuando ya no sea nada. Cuando lo que imagines sea más rápido que lo que piensas, quizá estarás tocando el cielo con las manos..
(Bis) Puedes decir que soy un soñador,
pero no soy el único
Espero que algún día te unas a nosotros.
domingo, 13 de enero de 2008
Si no lo echaste a volar contigo
Con cada golpe de viento
Que pasa por los vértices de la estrella…
Qué sabes tú,
Que inhalas los segundos
En cada risa ahogada
Y exprimes el silencio
Qué sabes tú,
Di
De la sombra
Si rotulas el olvido
En la materia ausente, ausencia...
Qué sabes tú del rostro,
Del reflejo suspirado
En el espejo
De las lomas dibujadas por el cielo
De las nubes disipadas
Por el sol permanente…
Tú, te arrojas a la luz indolora
De una vela
Con el alma fundida con el cuerpo ...
Qué sabes tú del mar, indiferente,
De sus labios corrosivos,
Si no te estrellaste en la espuma,
Si no te hincaste en el amasijo hirviente
Si no te escapaste por la garganta,
Escupiendo agua salada del vientre.
Qué sabes tú del amor,
No sabes nada..
Por cada instante cesado sin conocerte
Has deseado ser ignorada
Por lo que ahora sientes..
Pero es la hora,
Y aunque el rayo finja deshacerse
No puedes pronunciar, mirar..
Aún ...
... es demasiado pronto.
Sol ya ausente
"Todavía un instante, mientras todo se apaga,
la piedra que recoge lo que el cielo desdeña,
esa mancha de luz
para cuando no quede,
un poco de calor
para cuando la noche ...
Todavía un instante, mientras todo se pierde,
la memoria que guarda la belleza de un rostro,
esos ojos lejanos que derraman
su claridad aquí, tan dulce y leve,
este amor obstinado
para cuando el olvido ...
Pero el olvido nunca:
un instante final que se transforma en siempre,
la luz sobre la piedra,
la mirada
que dora tenuemente todavía
-después de haber mirado -
la penumbra de un sueño... "
Ángel González,
Descanse en Paz
domingo, 6 de enero de 2008
El Valle del Silencio
martes, 1 de enero de 2008
Dedicado a ti, a los lectores de sueños que habitan estas letras, a los acompañantes de camarote en este viaje marino a la Estrella Polar... héroes del silencio, amigos y extraños, almas a la deriva, contadores de historias sueltas, almas a la sombra, como la mía, que lleva un pedacito de la tuya en cada instante que pienso... y me despierto... y fijo la mirada en tus ojos en la noche, tú, que alguna vez has compartido conmigo esas horas muertas, esos incómodos silencios, esas tertulias de soledad entendida... Ahora, va mucho por ti, naúfrago de las palabras...
Las nubes se laminaron en el horizonte...
La lluvia regó los trepidantes sueños,
los sentimientos marchitos... las esperanzas huecas...
Y cuando el mar recogió su angustia,
llegado el momento,
vaciaron todas las palabras:
ella y él, el cielo y ella..
Viendo pasar la vida en el espejo,
un par de frases - rebobinando la memoria -
sintetizaron el hola y adiós
de los 365 instantes...
Abrazados a un silencio obtuso,
escuchando los gritos de los árboles,
disipadas sus creencias, sus rencores, su cansancio..
Vieron pasar estrellas por el techo, por la pared...
una vez, ciertamente, a oscuras
Y antes de los ojos cerrar,
sintieron las lágrimas llegar, correr, caer..
Pero lágrimas de ilusión,
por tantos paisajes como recorrió,
por tantos sueños aún que saber,
que perder en el destiempo, en la eternidad...
Porque los sueños, sí, se perderán,
pero sólo para escribirse en el papel,
para encelarse en el corazón:
Sueños, como los que tuvimos tú y yo,
sueños transparentes, por los que atravesó
la impulsiva realidad,
en el mismo lugar en que una vez
nos encontró, y no supimos bien qué decir...
Yo no sé qué es el amor,
qué es la vida ni su fin...
Sólo espero su razón, su reflejo,
su pasión... Y ser anónima yo en él,
como lo fuiste tú en mí,
sólo importa la norma de su Existir..
La página que ayer arranqué
del calendario que nos caducó,
se llevó mil y una noches de mi piel,
mil y un recuerdos de mi sien,
mil y una risas de mi voz,
mil y un latidos del reloj...
Pero lo que el viento no se llevó,
fue lo que nunca soñé,
lo que todavía no ocurrió,
lo que tu mirada es,
y aún no lo sé...
Lo que Aún nos queda por Vivir
Pd. En un mar eterno, quiero ser yo libre, amor, para que cuando cante llegar a tu corazón...