miércoles, 24 de noviembre de 2010

"En torno a tus más dulces fuentes

revoloteó mi corazón."

Else Lasker-Schuler



Había olvidado el sabor de tus labios

prodigiosos de desencanto

mudos de deseo, ahora,

en su feroz desengranaje.


Te desembarazas, en un silencio terrestre,

de los gastos de amor inútiles,

desfondado en la hojarasca del olvido.


Y te espero, en cada nula caricia

en cada gesto insensible, corrompido.


Sí, ya sé que no había tiempo.

Que un nuevo discurso inventarás

pero ya sólo deja que me mire

en las palabras salvajes


Cuando te pienso en otro mundo,

mi tiovivo de tristeza,

rueda nuevamente,

y es curioso que me sonría,

mientras serenamente camino.

sábado, 20 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Qué ridícula fui… pasajera con un boleto acabado

a tu corazón, ese dique imposible de alcanzar

En el patio de mi deseo, deambula la ignorancia,

Tan vasta y sola

 

 

Ya mis manos, se gastaron en caricias fantasmas,

En tráfico de ausencias.

Y el mar cruza mi cuerpo, abisal…

Ay, qué dañinas sus lágrimas por mi espalda…

 

 

Ya quebré las hojas de tanto andar por ellas,

De tanto que quemé esta ruda soledad de olas

Mis ojos gravitan en su arácnido silencio

Absurdos de confín y nudos

 

Violento amar sin tránsito al olvido

Esperpento de sexo mudo y su extraño espejo.

Gasto de números, de días sin su hora ni su papel secreto.

.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Cala

Se acaba el verano... una brisa socava el horizonte. En la orilla las viejas piedras que conocí en la niñez, son las mismas palabras, la misma huella ruda. El sol transpasa los ojos, y la luz un septiembre mortecino, ensombrece de repente el mar. Las olas hablan del olvido que creció en sueños muertos inusitadamente. Y esta herrumbre en el alma insuflada de viento y sal.

Despidiéndote tantas veces, tu desdén pobló mis días de maliciosa ilusión. Y ahora que nadie te espera, quedan vestigios de amor en tus rocas clavadas en mi memoria, en tu cielo cada vez más descolorido, en tus gritos ahogados de gaviotas. Tormentosa siempre, ríes, yo te escucho, brazada a brazada, zarpazos a la soledad. Cómo me llamas al mecerme en tus aguas, en las que hundí mis lágrimas más íntimas, de rebeldía hacia ti.

martes, 31 de agosto de 2010

Soy sucia porque te quiero.

Besos que darse en las heridas.

Soy sucia porque te quiero.

El resto es mentira.



No es tan fácil,

pero me dueles en todas partes:

Amar es ver.

Mi verso es oscuro, simple, sucio también.




Mis manos en tus bolsillos,

mi boca en tu cuello,

lo inverso de mí en tu hombro,

el olor del viaje en tu pelo,

fugitivo, tu cuerpo a mi cintura

en su cárcel





Atrasas los latidos,


la luz buceando al silencio,


las horas perdidas del mar.





Soy sucia porque te escribo


incluso en los ojos,


fijo cada sombra que hacen tus pupilas


cada nuevo color de tu voz en mi oído,


cada pliegue que nace en tu espalda,


ya lo adivino y escondo.





Soy sucia porque borro tus huellas,


para nacer hallándote,


para no esperarte,


para correr siglos atrás sin ti,


y crecer inventándote,


en espuma de ausencia,


dama invisible y hueca.





Soy sucia porque camino,

para huir del surco que abren tus caricias.

Porque si camino, no pienso,

y si no pienso, respiro

el aire en que imposible, existes.

domingo, 21 de febrero de 2010

Telegramas


I

Internas tu silencio en mí,

se agota nuestra hiel,

se extiende en la sombra de la noche.

Lo real de tu ausencia es que no te has ido.


II

Mi cuerpo se abriría

Como una rosa hacia ti

Volcado a la resignación.

Te escucho en tu olor:

Tu aliento resuena en el vacío

Apoyado en mi oído,

Besabas mi asombro.


III

Cómo leerte mi pecho

Si ya lo borraron tus manos

Manchadas de palabras,

Desnudas de deseo,

Infanticidas

Trémulas, en mi corazón

robaron su timidez,

Su silencio forjado a caricias.

Y tu sexo proceloso,

Guardaba esa lóbrega soledad

que derrama su impudicia

sábado, 13 de febrero de 2010

Ausencias

Y se hizo un estruendo de silencio.

Y la nieve caía a borbotones,

Y las lágrimas descorrían el azul del cielo

Y apareciste tú- con tu aura de asombro-

entre los coches, y tu ausencia pobló mi mirada.

Ríe falaz la tristeza.

En el puente, recuerdo nuestro beso de amor.

Ese con el cual se desdicen verdades implícitas:

Palabras invisibles como sueños de palomas

Invaden los espejos el rostro,

La luz mortecina bebe mis parpados,

Mata mis ojos:

Estoy tan llena de ti.

Ahora, danzan las quimeras,

Tu paso apresura mi nostalgia,

Caminas a siglos de mí

Paisajes trémulos,

Vibrantes de emoción imposible

Por la caricia seca del tiempo.

Y el anhelo corre por nuestros cuerpos,

Y cose en vivo nuestro dolor.

martes, 9 de febrero de 2010

domingo, 7 de febrero de 2010

A veces quiero mirarte- decías-

y yo te leía absorta mientras

tú me mirabas detrás de las palabras

-tan abstracta-

Te espiaba en tu asombro.

Mientras te prendía

en mis manos- una tarde de invierno,

un viajero...-


A veces quisiera mirarte,

descarnarme en la hondura de tus ojos

Haber inventado tu frente

donde escapan pensamientos:

-ola, silencio, estrella...-

Zozobra significante.



A veces quisiera mirarlos

-Oscuros como agua de río-

en su transfondo,

advirtiéndome desnuda

- pues sólo así se sueña: se poetiza-

advirtiendo que sólo te retrato tenuemente..


Porque sobrevuelas, eres cometa triunfal

silbando en el viento sideral:

así te dibujas en mis retinas, tiernamente

Tú, que conservas el olor envejecido de las algas,

que posees el verdor de los rayos de poniente

que en el mar se angustian


A veces quisiera mirarte desde mis labios,

para que te hablaran mis suspiros

de faros y siniestras claridades:

el amor en cada horizonte que dejamos perderse...


Y a veces, quiero rescatarte

del imposible, Olvido, recordando lo que eres,

agua que dejé correr en mis brazos algún día,

tan deslealmente:

Sólo tú, Fantasía real,

que puedo amar

a ciegas con el destino

siempre en la espectral soledad en que me sumiste.

miércoles, 13 de enero de 2010

Mar de lágrimas

Llueven silencios exhalados,

Contristes

En la ventana rompen su hora,

Vacuamente…


La desidia se me instala en las manos

En los bolsillos

Se ha aplastado en mi cara como una huella

Como un cuchillo



Llueve en la luna honda,

En los espejos, en la caricia de una ola,

Que me ahoga


Inhibo el instante, se me queda en el costado,

El tacto incesante

de las palabras que gastaron su destino




Y es verdad… no entiendo mucho,

Pero las cosas son lo que parecen,

Y sólo sé lo que escribo,

Entre medias, sólo vaga el olvido olvidado










Llueve en la mirada,

Un mar de lágrimas que desbordé

en sol y sombra

un mar que me despoja de tu lado

me balancea en las sonrisas del pasado

Sin forma

Sin hálito, sin fe,

Sin sentido




¿Qué diremos a los sueños.

Qué a los ritmos fugitivos del verso,

A los ínfimos momentos de exceso,

De ilusoria vida?

Tan sólo, dulcemente,

Puedo encontrarte en cada hueco

De mi cuerpo, en cada segundo que pasa y expira

Pensando que no me miras, y que aún así puedas verme

Como si mansamente danzara el tiempo,

Como si fueran ciertos los sueños falsamente

Y apuñalaran su suerte

Entre tu mundo y el mío, solamente.