"A veces, cuando me duermo sobre el corazón, siento que el cuerpo se me vuelve hueco y la piel como una lámina. Entonces, cuando la sangre me golpea por dentro, es como si alguien me estuviera llamando con los nudillos en el vientre y siento mi propio sonido de cobre en la cama. Es como si fuera así como tú dices: de metal laminado. (...) La oí respirar mientras hablaba. Y dijo que durante años no había hecho nada distinto a eso. Su vida estaba dedicada a encontrarme en la realidad, a través de esa frase identificadora: Ojos de perro azul. Y en la calle iba diciendo en voz alta, que era una manera de decirle a la única persona que habría podido entenderle: Yo soy la que llega a tus sueños todas las noches y te dice esto: ojos de perro azul."
Gabriel García Márquez
Hoy solo necesito escribir. Escribir/ escribirte porque no existes, porque eres como ese dichoso juguete desarmado (mecano) que nunca fui capaz de hacer, por agotamiento o por impotencia..
Rehúso hablar de ti como idea, miro, como peces de colores que nadan en su pequeña urna, ajenos, las emociones que no puedo alcanzar, mis sentimientos. Abolí hablar de él y nosotros, a veces, porque temía que él no fueses tú, y viceversa..
De vez en cuando alguien tira piedrecitas a mi cristal sombrío, y despierto de mi letargo desembocando en tus ojos, en tus persistentes ojos...
Quizá tú camines ahora, con las manos en el bolsillo, como siempre, impregnado de mis letras pasionales y desnudas, preguntándote por qué te creé así, sobrio, simple como una de mis cartas, por qué te elegí a ti. Ahora deambulas en otro siglo, en la otra faz de la luna, huidizo e intangible como la piel de la sombra.
-Esperas demasiado de la chatarra de mis versos..
Cuando alguien me cuenta su secreto y tira una botella a mi puerta, recompongo los añicos para darle una respuesta. No puedo evitarlo, pero tampoco ver mi imagen partida en cada uno de ellos..
Tú me hablas en sueños de esa cansina quimera, de una respuesta que yo, marisabidilla, no conozca. Y, por instantes, espero la llamada a deshora que nunca marcas..
Pero sigue sin latir el mar, el espejo, refleja medias partes de mí que no se rozan..
Tú no te das tregua nunca, respiras en otro mundo y prosigues en tu senda enfrascado en tus problemas. te bastan las cosas que te alejan de mí para ser preciso. por eso siempre te recuerdo como un reloj en la desmemoria. pasado y futuro en tu recuerdo, y tú siempre puntual a tus citas, a tus ritos rutinarios. por eso yo nunca entré en tu calendario, ni fui capaz de seguir ninguna agenda de instantes ineludibles. pero sé que tú eres el de las notas amarillas pegadas por todas partes. y por eso nunca te hablé del amor, porque tu reloj nunca pararía su tic-tac.

Gabriel García Márquez
Hoy solo necesito escribir. Escribir/ escribirte porque no existes, porque eres como ese dichoso juguete desarmado (mecano) que nunca fui capaz de hacer, por agotamiento o por impotencia..
Rehúso hablar de ti como idea, miro, como peces de colores que nadan en su pequeña urna, ajenos, las emociones que no puedo alcanzar, mis sentimientos. Abolí hablar de él y nosotros, a veces, porque temía que él no fueses tú, y viceversa..
De vez en cuando alguien tira piedrecitas a mi cristal sombrío, y despierto de mi letargo desembocando en tus ojos, en tus persistentes ojos...
Quizá tú camines ahora, con las manos en el bolsillo, como siempre, impregnado de mis letras pasionales y desnudas, preguntándote por qué te creé así, sobrio, simple como una de mis cartas, por qué te elegí a ti. Ahora deambulas en otro siglo, en la otra faz de la luna, huidizo e intangible como la piel de la sombra.
-Esperas demasiado de la chatarra de mis versos..
Cuando alguien me cuenta su secreto y tira una botella a mi puerta, recompongo los añicos para darle una respuesta. No puedo evitarlo, pero tampoco ver mi imagen partida en cada uno de ellos..
Tú me hablas en sueños de esa cansina quimera, de una respuesta que yo, marisabidilla, no conozca. Y, por instantes, espero la llamada a deshora que nunca marcas..
Pero sigue sin latir el mar, el espejo, refleja medias partes de mí que no se rozan..
Tú no te das tregua nunca, respiras en otro mundo y prosigues en tu senda enfrascado en tus problemas. te bastan las cosas que te alejan de mí para ser preciso. por eso siempre te recuerdo como un reloj en la desmemoria. pasado y futuro en tu recuerdo, y tú siempre puntual a tus citas, a tus ritos rutinarios. por eso yo nunca entré en tu calendario, ni fui capaz de seguir ninguna agenda de instantes ineludibles. pero sé que tú eres el de las notas amarillas pegadas por todas partes. y por eso nunca te hablé del amor, porque tu reloj nunca pararía su tic-tac.
