
He deambulado suficiente por esta playa de súbitos pálpitos.. Latidos que acorralan los sentidos, nuevas pinturas de palabras que relampaguean por pensamientos blancos.. Por fin entendí el lenguaje de las olas, y me sumí en ellas, en el surco que abrieron mis abrazos al agua... Bajar a fondos inéditos de arenales dibujados simétricamente es transpasar el sueño... Dejar en la superficie la realidad que pisaron mis tristezas, es seguir los trazos de una luz.. como sirena esperanza que baila con el compás de su destino..
Al asomarme a ti dejé turbulentos resquemores, sobrios colores, para despejar de nubes tu magnética mirada celeste, ribeteada con verde mar.. Puede ser queda esta hora, quizá no deje huella lo que siento por ti, Vida, pero es inmensidad de golpe. Al arrojarme al vacío una plenitud mullida frenó mi salto y me abrió los ojos. Ojos abiertos de par en par, a la pequeñez del cielo que me enseñas tímidamente.. Vida. Sembrar alegría en ti es remontar mareas contradictorias... es nadar con la memoria desnuda de Historia.
Una gratitud que me asaltó el alma, y despidió cometas de viejas promesas con sonrisas en la cara. Voces que multiplican ansias por mil, y descorren mi felicidad guardada, reservada por siglos.. Grandes expectativas que me enseñaste, insaciable, a acorazar. Grandes esperanzas que me deletreaste, con silente paciencia. Déjame discurrir por esta orilla una vez más, que la última estrella que vislumbre esta noche sea tu Recuerdo, porque por el ojo de la puerta sólo pude verte llorar por mí, porque te ibas dejándome ignorada... y ahora soy toda una mujer-niña a la que dejas en manos del mar cumpliéndose en los versos..
Tal vez tú ya repiqueteaste por mi olvido antes de encontrarte. O tal vez manchaste de reminiscencias mi mente obtusa... De modo cualquiera no sé de dónde surgiste, si existió un fin coplanario a tu comienzo.. Eternidad no entiende tu Recuerdo.
Déjame a los pies de la luna una vez más, que tengo el alma sosegada y a las rocas vuelven las últimas gaviotas, ¿no ves sus alas blancas? No sé rezar por ti sin salpicar de lágrimas mi reflejo, el mar-espejo... pero te soñaré fielmente esta última noche, y dejaré abierto el libro por la primera página..