
("El ladrón de orquídeas")
La soledad es lo único que no huye por las venas, las palabras flotantes del poema, aún.
Flores desiertas de perfume, porque no han poblado el silencio.
La intimidad es humillada, cuando el amor la descubre.
Los juegos anuncian la amenaza de ternura.
La pieza falsa que te sobra, sin la que serías sólo Real.
No más tapar agujeros con verdades que invente.
Sólo importa lo que no se puede decir.
La arquitectura de un paisaje, en el que sólo el aire agite su regocijo, sueño verde oscuro.
Nubes apocadas, esperando ser barridas, absorbidas por miradas fraudulentas.
Soles frágiles, aguardando ser descritos tras inviernos en penumbra.
Díscolos transeúntes que atosigan cuando pasas: desconocidos pájaros.
Tiempos abrasivos, instantes que reservas al olvido por si te hicieran falta, minúsculos segundos al calor de una tenue sonrisa que ya respondiste. ¿De dónde vienen tanta premura, tanta urgencia? Anodina lluvia. Voluptuosa imaginación:
Vaciada memoria.