Plagado de sombras
discreto como una caricia fronteriza
entre la soledad y el deseo
Rabioso como una furia triste
que planea sobre el pequeño universo.
Cábalas de ti,
silencio que avecina asombro,
quietud, pudicia.
Vértigo de ti.
Tu real se abre
como una flor impasible
en mi alma.
Ultrajada y virginal
al mismo tiempo,
mis ojos se hundirán en tu silencio.
Mis lágrimas tienen tus suspiros
clavados en su centro,
mi abandono tu música lejana.
Vértigo de ti
sentirán mis manos cuando te pronuncien
en el soplo del instante.
Serás visión aborrecible y amada
en mi mirada funámbula.
Rozará mi sueño la costumbre
el ritmo del miedo
que devora mi corazón sediento de ti.
Te busco y te encuentro
en vórtices del pensamiento,
en cadencias de mis dedos al tocarte.
Nuestra unión viene tan vieja
de una distancia que nos separa océanos,
de un destiempo que nos cruza una y mil veces
Pero llegas extraño, como una predicción clara
al país de mis desencantos...
Vértigo de ti,
de tu suerte trazada en mi destino,
ignorada por mi cuerpo,
rota por tu acento cordial y simple.
Tan único.
El calor que te ofrezco traspasa mi amargura
nace de un muerto corazón
que te necesita, que te duele ausencia.
Indigna esperanza,
agotada y hueca,
por fin te doy tregua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario