martes, 12 de diciembre de 2006

El arrebato de Elena.M.Vivaldi

Entender el puzzle que nos dejó Elena...

NOCTURNO 8

Ahora,
y antes de que llegue la mañana,
de que el alba descubra el horizonte,
inundando tinieblas, anchos mares,
antes que hacia la tierra se derrame
luz esplendente, llama de osadía,
iluminando el mundo con resplandor de aurora;
antes, ahora, adentro de la noche,
sumergida en sus aguas,
oyendo lluvia y llanto,
voces antiguas, pasos que se pierden,
por oscuros rincones, pastos de la memoria,
ahora que es de noche,
porque es de noche,
quiero decir lo que secreto, en lunas,
tantas y tantas noches escondido,
oculto estuvo entre tinieblas, nubes
densas, desdibujadas,
cambiante su figura, transtornado su rostro,
haciéndose presente en su enigma entreabierto.
Y ahora que es de noche,
porque es de noche,
puedo contar los mudos soliloquios,
apagados murmullos,
reflejos de un asombro,
del alma estremecida,
arrebatada, presa en ese silencio
con la esperanza de escuchar el ritmo,
los giros de una tierra deslunada,
tembloroso el misterio.

Ahora que es de noche,
oigo esa inmensa, muda lejanía
de unos años que fueron, que decían
la canción de la dicha y la esperanza.

Elena M.Vivaldi


ESPEJO

Ahora, es tarde para hilvanar esa evidencia
Sola, cromada luna tras el cristal
Ella, rendida ante esa claridad inhóspita…
Un exilio demasiado largo,
palabras, que, sonámbulas, resonaban,
tramas translúcidas que sondaba…

El cuerpo difundido en la oscuridad,
desazón al advenir la indiferencia,
y los retazos de querencia derruida…
Sí, ahora es tarde para altos anhelos,
(sólo rescoldos y cenizas),
consignados a un después que no existe.

Reflejada por la palpable realidad,
Abatida por la imagen barrida por el olvido
Todo el amor hasta la repulsa
y una elegancia a la que no responde el espejo…

Ceñida a una soledad, un estigma,
al trasluz de su mirada,
en ese perfil de angustias que dibuja
su abnegada fantasía…

En los pliegues herméticos de nubes últimas,
ella transita,
esperando la claridad de la sinrazón lunática
Su constancia, que golpea la importuna nostalgia
como arena en la memoria
(Esperando, en armonía, luz y música…)

Era obvio para el corazón,
para los ojos privados de ilusiones...
... pero quedó su alma rezagada
por el goce mudo de parar su tiempo.
Con la brida de su deseo,
en lo veraz de sus palabras,
culmina un día radiante sin duelos ni esperanzas,
y contesta a la noche con vanas añoranzas…
Una vez más, en silencio repite con agonía
la impotencia de su suerte anónima
en su rumbo detenido
y el mundo inútil que no puede revertir con su áspero sueño

Tantas búsquedas estériles que se alargaban,
que no pudo ignorar en la sobria lluvia refulgente,
el rubor de las nubes aletargadas
de la ciudad de rencores lejanos…

Como una ola que ignora dónde romperá,
con una transparencia que irradia emoción,
vuelve a su breve desencuentro
Como un cantábile en una suave melodía,
y a esa mirada que se volvió hacia ella sin motivo…

Surcando con coraje su auténtica soledad
Entre la brillante noche de bramidos…

Carmen O. Páramo



2 comentarios:

Ok ¿qué pasa? dijo...

mi mirada vuelve a estos versos... sin motivo...

Ok ¿qué pasa? dijo...

Yo vuelvo y vuelvo también... casi sin motivo aquí

Sigue viva siempre!!