jueves, 15 de noviembre de 2007

La virtud no puede enseñarse

"Sólo nos damos cuenta de la traición y de la amistad cuando ambas se cruzan... Allí podemos distinguirlas y compararlas, sentirlas y despreciarlas. El corazón no siente si los ojos no ven; pues, mis ojos ya vieron.."
Cencic


Algo muy viejo y tan vulgar como ser moneda de cambio: no, gracias, no quiero serlo más. Seguiré mi camino con la verdad por delante, y dormiré más tranquila porque no me arrepiento de actuar siempre de buena fe y de tener una sola cara, para bien o para mal. Mis ojos ya vieron.

2 comentarios:

lala dijo...

y es ahi donde nace un punto de partida...

Clarice Baricco dijo...

Hay tanto que se debe de practicar, esos hechos que deben saludarse en constancia con las palabras.
Fuerte amiga, sé fuerte.

Besos.